Huber Matos (1918-2014)
Fue el primero en darse cuenta y denunciar que los ideales que inspiraron la rebelión contra la dictadura de Batista habían sido traicionados.
En la madrugada del 27 de febrero falleció en la ciudad de Miami, el Comandante Huber Matos, quien participó en la insurrección armada que provocó la huída del dictador Fulgencio Batista el 1 de enero de 1959. Había nacido el 26 de noviembre de 1918 en Yara.
Fue el primero en darse cuenta y denunciar que los ideales que inspiraron la rebelión contra la dictadura de Batista habían sido traicionados, y que el programa de gobierno en el que Fidel Castro prometió defender la Constitución, proteger la propiedad privada y convocar elecciones libres en los primeros meses del año 1959, iba cambiando a pasos agigantados hacia todo lo contrario, hacia un régimen totalitario de ideología marxista.
Por su actitud cívica, Huber Matos fue condenado a dos décadas de cárcel, al escarnio público y al destierro. Pocos como él pagaron tan caro haber dicho la verdad. Entre otras cosas, se le culpó de la desaparición física de Camilo Cienfuegos, el entonces más célebre y popular de todos los barbudos bajados de la Sierra Maestra, aquel joven de sombrero alón, quien, sin dejar rastro, desapareció de la faz de la tierra pocos días después de haber ido a Camagüey a cumplir la misión de “llamar a capítulo”, por órdenes de Fidel Castro, al supuesto sublevado Huber Matos.
Matos no se sublevó, ni las tropas a su mando pudieron poner en peligro la llamada “revolución”, el Comandante que meses atrás había llegado a la Sierra Maestra, procedente de Costa Rica con un avión repleto de armas para la guerrilla, solamente había pedido a su jefe superior la licencia para dedicarse a lo que había sido su profesión antes de ir en auxilio de la democracia. Matos le escribió a Castro una misiva en la que le informaba su decisión de volver a ser maestro y le reprochaba la inclusión en el entonces llamado Gobierno Revolucionario de un gran número de comunistas, fue aquella la verdadera causa por la cual se le condenó a dos décadas de cárcel, el estigma de contrarrevolucionario y al destierro.
Pero a pesar de todo su voz se pudo escuchar y se seguirá escuchando, porque es imposible matar las ideas y mucho menos las verdades. Huber Matos se ha ido con la misión cumplida porque no se dejó doblegar.
Según sus últimos deseos sus restos reposarán en Costa Rica, país al que llegó un día como exiliado procedente de Cuba y del que partió rumbo a la Sierra Maestra con la misión de defender la democracia. Y en el país tico estarán sus restos, según sus deseos, hasta tanto en su país no florezcan aquellos ideales por los cuales él y miles como él se lanzaron a ofrendar sus vidas durante aquella heroica gesta. Los restos del Comandante Huber Matos no regresarán a su patria hasta tanto exista en ella un gobierno que propicie fundar la patria con todos y para el bien de todos que nos merecemos hace ya demasiado tiempo los cubanos, hasta que Cuba, como lo quiso Carlos Manuel de Céspedes, deje de estar privada de los derechos que gozan otros pueblos, hasta que seamos libres e iguales, como hizo el Creador a todos los hombres. Paz a sus restos y vida eterna a sus obras.
eltrendeyaguaramas 2 epoca
República Dominicana
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