BIOGRAFÍA DE HUBER MATOS: «Cómo llego la noche»
El triunfo de la Revolución cubana culminó en 1959 con la entrada en La Habana de la guerrilla victoriosa. Tres comandantes encabezaban la marcha: Fidel Castro, flanqueado por Camilo Cienfuegos y Huber Matos. Nueve meses más tarde, este último caía en desgracia y, tras un juicio sumario, era condenado a veinte años de cárcel, que cumplió íntegramente.
En el libro Cómo llegó la noche, Matos narra su rompimiento con Fidel Castro y sobre su juicio y los años en prisión. En él reporta, entre otras cosas, sobre las torturas extremas durante su prisión en Cuba. Esta biografía tiene un «indiscutible valor testimonial» y nos brinda la oportunidad de conocer de la mano de un testigo privilegiado, uno de los acontecimientos más controvertidos y mitificados del siglo xx, cuya voz disidente quedó injustamente silenciada. (Extracto de la entrevista publicada en el diario EL PAÍS el 4 de junio de 2003)
Libertad y tiranía
«Las tiranías temen a la rebeldía porque se contagia y los tiranos necesitan el miedo para gobernar. Cuando alguien los enfrenta, aunque sea un preso, otros pueden imitarlo dentro o fuera de la prisión….»
En huelga de hambre
«El día que comienzo la huelga escribo esta breve leyenda en la pared de mi camastro: la muerte es victoria cuando los rígidos despojos son afirmación del ideal y el honor. Es mi declaración de principios»
Enemigos de siempre
«He combatido dictaduras y conozco el precio que se paga por desafiarlas. La guerra en la prisión es una guerra solitaria. Aquí no hay tropas ni campos de batalla. Aquí estoy yo y aquí están ellos, los enemigos de siempre que solo cambian de rostro o de uniforme.»
ENTREVISTA CON HUBER MATOS
Huber Matos cree en la memoria como un recurso para salvar el futuro de Cuba y relata su pasado de aventuras, triunfos y agonías con la pasión de un guerrero que no escatima energías ni tiempo para hablar de la patria, no se cansa de narrar con lujo de detalles las anécdotas que rodearon sus días de gloria y su decepción del poder revolucionario, codeándose con los principales hombres de aquella gesta liderada por Fidel Castro.
No voy a aceptar más la vida en una mazmorra de castigo como si la injusta falta de libertad no fuera suficiente. Vivimos envueltos en un humo obstinado, que es presencia permanente en esta cueva inmunda, bañados por una humedad que baja desde los malditos muros medio iluminados por una luz artificial desganada, penumbrosa y que extiende la noche al infierno.